viernes, 9 de abril de 2010

PERSONAS MAYORES VULNERABLES: MALTRATO Y ABUSO


Extraemos una pequeña parte del Documento editado por el Consejo General del Poder Judicial, sobre los malos tratos a las personas mayores con más factores de riesgo (2010) en el que se abora el papel de los trabajadores sociales y de los servicios sociales.


Los recursos sanitarios y sociales para el maltrato a personas mayores tanto en la prevención como en el diagnóstico y en la intervención no son muchos ni tampoco están demasiado coordinados, por lo que muchas veces no son eficaces. Actualmente, los recursos sanitarios y sociales intentan solucionar los posibles casos o los casos constatados sin protocolos ni instrumentos estandarizados, ni medios especiales.


Ayuntamientos y servicios sociales

Los servicios sociales de los Ayuntamientos son los recursos más cercanos a los ciudadanos. Son los centros más próximos y los idóneos para la prevención, el diagnóstico y la puesta en marcha de soluciones contra el maltrato en las personas mayores.

Los trabajadores sociales hacen un seguimiento de las personas mayores, de su medio social y familiar, siendo los profesionales más adecuados con capacidad para luchar contra este importante problema. Y para ello es necesario:


1. Establecer un mapa sociosanitario en cada municipio.

2. Articular medidas para corregir la violencia contra los mayores, entre ellas, elaborar un protocolo que permita a los médicos de Atención Primaria detectar si ha habido malos tratos en algún paciente de edad. Protocolo basado en los indicadores de la "Hoja de Notificación" desarrollada anteriormente.

3. Información y formación a todos los trabajadores con una mayor incidencia en los trabajadores sociales.

4. Protocolizar que los trabajadores sociales rellenen la "Hoja de Incidencias" para la detección y valoración de posibles casos de violencia en personas mayores.

5. Los servicios sociales de los Ayuntamientos y comunidades Autónomas han de tener protocolizados mecanismos de respuestas a los posibles casos de violencia a las personas mayores.

6. Se deberá establecer una línea de teléfono, similar al 016, en el que las personas mayores puedan tener asesoramiento rápido a sus problemas relacionados con el maltrato y la violencia.
7. Establecer una casa de acogida para dar respuesta a los casos urgentes.



La respuesta social


En el tema del maltrato nos encontramos siempre con tres líneas clave de actuación, o tres momentos en los que las respuestas son evidentemente distintas. No son otros que la Prevención, la Detección y la Intervención.

En éste, como en otros campos, la prevención sigue siendo la asignatura pendiente de resolver. Los protocolos de prevención son todavía muy escasos y las formas de trabajar en prevención son desde luego bastante precarias, por lo que nos vamos a centrar más en la Detección de los malos tratos y en la Intervención sobre todo.

Son los trabajadores sociales los profesionales principalmente implicados en el tema del maltrato a personas mayores, aunque no los únicos, si excluimos el ámbito sanitario. Las relaciones que estos profesionales suelen tener con la persona mayor facilitan mucho la detección y la intervención del maltrato.


¿Dónde se encuentran los problemas principales?


• En que no siempre existe relación entre los trabajadores sociales y otros profesionales y las personas mayores. Muchas personas mayores maltratadas son descubiertas fundamentalmente
en el ámbito sanitario, no porque sean los profesionales más capacitados para ello, o los que les prestan más atención, que pueden serlo, sino sobre todo porque la persona mayor suele ir al médico y es más difícil que contacte con otros profesionales del ámbito social. A veces, no se descubre porque no tienen contacto con nadie. Aunque la red de trabajadores sociales está muy
extendida territorialmente hablando, no todas las personas de una localidad en la que hay trabajador social tienen relación con este profesional.


• La persona mayor suele encubrir al maltratador, sobre todo si es un familiar cercano o su único cuidador. La idea de perder a su cuidador y quedarse sin nadie o de poder causarle un daño a un hijo/a o familiar les produce un terrible rechazo. Esto es un problema importante.


• Este tipo de relatos vitales, degradantes para la dignidad de la persona se producen en un contexto de intimidad y confianza o no se producen; y esto no suele facilitarse o al menos siempre se facilita. No siempre hay confianza con el profesional para denunciar un maltrato.

El tiempo juega su papel en contra. La gota que colma el vaso de agua, en otro tipo de contextos relacionales, suele llegar demasiado tarde cuando de personas mayores se trata, o simplemente
no se ha podido colmar el vaso porque la persona mayor ha muerto.



El camino que lleva a los juzgados o a las comisarías no tiene un fácil recorrido para las personas mayores. Son bastante desconocedoras de qué es lo que tienen que hacer cuando son maltratadas o dónde tienen que denunciar.



Soluciones a los problemas que impiden el acceso a los recursos sociales:


• Facilitar el acercamiento y la confianza con los profesionales de los servicios sociales de proximidad, los que tiene un cercanía de la policía. El programa Policía y Mayores va dirigido a éste y a otros campos, pero a éste muy especialmente y está consiguiendo logros importantes, pero es un programa piloto, muy poco desarrollado todavía. Si los profesionales de los servicios sociales pudieran dedicarle más tiempo, tendrían mejores resultados.

• Aún sabiendo que los recursos están, habría que dotarles de medios y formación adecuada. A veces trabajan muy en solitario, con pocos apoyos y con escaso tiempo.

• Trabajar en coordinación. Sería deseable que el trabajador social colaborara con el juzgado, con la fiscalía, con la policía, con un psicólogo del ámbito social, etc. Si todo este entramado estuviera mínimamente conectado, todo sería mucho más fácil.


Hechas estas pequeñas observaciones, conviene dejar claro cuáles son los recursos sociales disponibles, porque de ello estamos hablando en este capítulo.

Actualmente la oferta de recursos sociales para el maltrato a personas mayores es bastante limitada, si hablamos de oferta específica para este tema. Normalmente se usan los servicios sociales comunitarios. Lo más normal es acudir a los servicios sociales municipales o autonómicos, como muy bien ha quedado explicado anteriormente.

Cuando se detecta un caso urgente suelen entrar en contacto con los servicios de Seguridad. Cuando un maltrato es grave y urgente suele solucionarse con el inminente ingreso en una institución residencial. Suele, para ello, haber servicios de emergencia dispuestos a ayudar. También es frecuente que existan ONGs que intervienen en estos casos.
Por otra parte, hay otros recursos que no son específicos de las personas mayores pero que sirven también a los mayores. Así, el Ministerio de Igualdad tienen recursos que desarrollan las Medidas establecidas de protección integral contra la violencia de género a las que las mujeres mayores maltratadas pueden acudir. Por esta vía se suelen resolver también inmumerables casos y suele resultar un recurso muy adecuado, porque tienen unos servicios muy especializados.


Recomendaciones ante el maltrato de las personas mayores:

Ante una situación de maltrato a una persona capaz de tomar decisiones, debe convencerse a ésta para que denuncie, facilitándole los trámites. Si no quiere denunciar y se trata de un maltrato grave, deberá hacerlo el profesional. El profesional debe denunciar, salvo que no tenga pruebas, un posible maltrato.


Si se trata de un incapaz o presunto incapaz se debe hablar con el representante legal y que sea él quien denuncie, salvo que éste sea el maltratador. Si no denuncia el representante legal, habría que ponerlo en conocimiento del Ministerio Fiscal para que actúe. Por último, la denuncia puede hacerse en el juzgado, en la fiscalía o en las dependencias de la policía o la guardia civil.


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