sábado, 23 de enero de 2010

ARTETERAPIA Y DESORDENES EN LA ALIMENTACIÓN


“Arteterapia y desórdenes en la alimentaciónes un documento elaborado por la psicóloga Isabel Montero, especialista en psicoterapia gestalt, que impartió una sesión sobre este tema en el curso de libre configuración sobre Introducción a los trastornos de la conducta alimentaria, celebrado en la E.U. de Trabajo Social de Cuenca, el pasado 11 de noviembre de 2009, con la colaboración de AFEBAC (Asociación que se preocupa por las alteraciones de la conducta alimenticia).

En mi práctica terapéutica he ido introduciendo el arte al sentir que las palabras y los conceptos se quedaban cortos en muchas ocasiones.

Por limitaciones de tiempo voy a centrarme en el dibujo y la pintura dejando el baile, la narración, la escultura y el teatro para próximos talleres.

La arteterapia favorece la toma de conciencia de los conflictos que subyacen bajo los síntomas de la enfermedad y los bloqueos que impiden a la persona relacionarse de forma sana con la comida. A través de las diferentes expresiones artísticas se fomenta el desarrollo del autoconocimiento y la aceptación de la propia imagen corporal. En la medida que la persona va entregándose a sus creaciones, realizar una obra significa también elevar su autoestima. Utilizando las diferentes gamas del color la persona con tendencia al pensamiento polarizado (blanco-negro, todo-nada, perfecto-imperfecto) aprende también a apreciar los diferentes matices que encontramos en la vida.

Mediante la pintura, el baile, la narración o el modelado, resulta mas fácil liberar la expresión de emociones que habitualmente permanecen bloqueadas y de esta forma podemos asistir a un movimiento del sujeto hacia la espontaneidad, la fluidez de su mundo emocional y el equilibrio psicológico.

En la sesión terapéutica ponemos la atención en los procesos que viven y actúan en la persona cuando realiza el objeto artístico. El mundo de los colores y de las formas nos revela la vida interior que puede ser observada y ayudada.

Me gusta pedir en una de las primeras sesiones un dibujo de uno mismo. Puede ser un dibujo figurativo o abstracto. “Un dibujo que hable de ti, de cómo eres, como te sientes…” Frecuentemente me encuentro con objeciones del tipo “no sé dibujar”, “dibujo fatal”…entonces le digo que cierre los ojos, hacemos una pequeña relajación en la que se anima a la persona a conectar con su mundo interno, “donde todo está bien, no hay que demostrar nada y puedes permitirte expresar lo que hay dentro de ti, dejas que tu brazo exprese libremente, a través de la cera, todo lo que te surja.” Con esta preparación, la persona normalmente se afloja y va creando un dibujo que le representa en ese momento. (Si no consigue romper el bloqueo hablamos de eso, de su bloqueo a la creatividad, la excesiva exigencia, perfeccionismo…).

Cuando el individuo acaba su dibujo lo observo y le digo lo que veo procurando no interpretar, centrándome en lo obvio: “me llama la atención esa mancha, o ese color, veo que te has dibujado muy grande…o pequeño…” Y voy dejando que sea él el que explique y aclare dándole sentido a lo que ha dibujado. Finalmente le digo lo que me sugiere el dibujo y observo que es lo que él necesita aclarar. Le pregunto si al mirar su dibujo se da cuenta de algo o le surge algún tema de su vida sobre el que necesite reflexionar, pedir ayuda.

Más adelante, cuando la persona que acude a mi consulta viene más confiada y ha sido capaz de verbalizar sus problemas con la comida le pido que haga un dibujo sobre su relación con la comida y lo trabajo de forma similar al dibujo anterior. Si el dibujo es muy pequeño (inhibido) le propongo escribir con las ceras todas las palabras que le surgen al mirarlo.

El siguiente dibujo es de una paciente con mucha dificultad para entrar en su mundo interior y expresar lo que siente y le pasa. Al proponerle hacer el dibujo opuso bastante resistencia pero finalmente dibujó su relación con la comida, “como un bulto que desea que se haga más pequeño” y con ayuda del dibujo expresa lo que le ayudaría a que el bulto disminuyera y se da cuenta de la influencia que tienen sus miedos en su dificultad. Le pido que concrete sus miedos y que los escriba y mas tarde trabajaríamos los miedos de forma cognitiva y de forma vivencial con ayuda de almohadones




También utilizo las pinturas para que la persona que tiene mucha rabia acumulada y tiene dificultad en expresarla por otros medios lo haga a través de la cera o el pincel. En este caso puede ayudar poner una música enérgica de tambores. Y animar a la persona a que luego rompa en mil pedazos la rabia expresada.




Como tema fundamental en la terapia de personas con problemas de alimentación abordamos el descontento de la imagen corporal. La siguiente paciente expresaba su miedo a engordar como algo que le preocupa y obsesiona y determina mucho su conducta y su insatisfacción general a raíz de un acontecimiento es su pubertad donde los compañeros de colegio hacían bromas con su cuerpo.

Cuando lo cuenta ella está justificándolos, racionalizando y no conecta con el sentimiento Le propongo que haga un dibujo de cómo vivió la situación. Al hacer el dibujo conecta mas con la emoción vivida. Me explica que la mancha obscura de arriba representa la rabia que sintió y no fue capaz de expresar en ese momento. Al observar las flechas dirigidas desde la mancha obscura hacia ella se da cuenta de que la rabia la siente más hacia ella misma que hacia sus compañeros.

El círculo azul representa el malestar, la vergüenza y la desesperación que sentía.

T.- ¿Qué aprendiste en ese momento?
F.- A no fiarme de nadie. Empecé a vomitar para perder peso.
T.- En ese momento eras muy joven y no tenías muchas alternativas, ahora eres más madura, ¿podrías afrontar ahora los conflictos de forma que no te hagas daño a ti misma?
F.- Creo que sí.
T.- ¿Cómo?
F.- En una situación así podría hablar, quejarme....algo parecido.
El círculo azul representa el malestar, la vergüenza y la desesperación que sentía. Nos llamó la atención al observar el dibujo la flecha que va dirigida a la figura que representa a la paciente, ella se da cuenta de que ese malestar se lo guardó para ella, no sacó el enfado.
T.- ¿Qué aprendiste en ese momento?
F.- A no fiarme de nadie. Empecé a vomitar para perder peso.



Otro tema que cobra mucha importancia en las sesiones con personas que tienen dificultades con la familia es el tema familiar.

En el siguiente caso, la paciente siente mucho agradecimiento hacia sus padres, sobre todo hacia su madre, porque la está apoyando mucho en ese momento y eso le impide sacar los sentimientos de enojo. Se identifica mucho con la madre de la que dice "que lo hace todo por sus hijos" y culpabiliza al padre echándole en cara que estuviera mucho tiempo fuera de casa en su infancia y que le pegara cuando se enfadaba con su hermano. Dice que la relación de sus padres es muy mala, la madre no aguanta al padre y siempre lo está criticando. Le propongo que realice un dibujo sobre su familia y dibuja lo siguiente:



El dibujo tan pequeño y esquemático indica una inhibición grande sobre este tema que ya se había puesto de manifiesto en sesiones anteriores con la dificultad de F para hablar de los conflictos familiares ensalzando continuamente las virtudes de su familia y lo bien que se lleva ahora con ellos.

La figura del padre está separada de la familia y dibujada debajo de los demás, lo que indica una clara desvalorización que también se pone de manifiesto en las sesiones de terapia.

La forma en que están unidos los hijos con la madre me sugiere una relación que protege a la madre y le impide encarar su relación de pareja.

Observar y analizar el dibujo nos ayuda a trabajar el tema familiar. Hablamos sobre ésto y sobre como el padre está aparte y separado de esta conexión madre-hijos.

La paciente va expresando su darse cuenta sobre todo lo que el dibujo evoca: La distancia que hay entre los padres, el enfrentamiento del padre con le resto de la familia, la valoración d ela madre por encima del padre (se aprecia en el tamaño del dibujo mayor y más definidos que los del padre), la soledad del padre...

Ya que pone muchos inconvenientes a la silla vacía con su padre le propongo que realice una carta de reproches hacia él donde saque toda la rabia acumulada y las quejas que tiene pendientes. Es un trabajo que prefirió hacer fuera de la sesión, me contó que escribió la carta y que luego la rompió, tras lo que sintió gran alivio y una nueva percepción del asunto como algo que "ya pasó" y que le permite iniciar una nueva relación con su padre.

F hace un intento de integrar a la figura paterna dentro del sistema familiar. Suaviza su visión del padre como el "culpable" de los problemas familiares y disminuye la visión de la madre como la de "víctima" de la situación otorgándole a ésta más responsabilidad.

En otra sesión en la que volvemos a trabajar sobre la familia expresa su sentimiento de atadura y ahogo en su posición actual dentro del sistema familiar. También se puso de relieve al avanzar la terapia que existía una relación significativa entre la crisis de atracón o atracón-vómito y situaciones familiares conflictivas. Cuando la paciente mejoró y estabilizó su relación con la comida expresó que entre las cosas que más le habían ayudado en la terapia había sido hacer el dibujo de la familia.


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