viernes, 4 de septiembre de 2009

Hablando de las relaciones de pareja en el Centro Penitenciario de Cuenca




Durante la tercera semana de Junio de 2009, en el Centro Penitenciario de Cuenca, se llevó a cabo la Semana Cultural propuesta por Cristina Yurena González García, alumna de trabajo social que realizaba sus prácticas en la Fundación Atenea-Grupo GID.

Este es su relato de la experiencia:

En esta semana se ha tratado el tema de las relaciones de pareja, basándose en la rotura de mitos existentes en las relaciones de pareja. Mitos que constantemente se esgrimen como argumentos para ejercer o someterse a la violencia contra la mujer. Para ello, se plantearon una serie de actividades donde los propios presos pudierna ser protagonistas.

Para la primera sesión,y con el objetivo de implicarlos en el tema y conocer la imagen que tienen de las mujeres, la actividad consistió en elborar un collage sobre la mujer ideal de cada uno, resaltando las partes importantes para ellos. Para esta sesión les proporcioné revistas, tijeras, pegamento y cartulinas. Resultó una dinámica muy participativa, todos colaboraron de buena gana durante las dos horas en la que se desarrolló. Para mi sorpresa, los collage en general representaban a una mujer natural, nada explosiva -que era lo que yo esperaba-. Eso sí, delgada y con poca ropa, "para lucir la novia ue tengo", según uno de los internos. Tan sólo uno d elos quince asistentes al taller hizo referencia a la sensualidad en la mujer, algo bastante importate a la hora de las relaciones. Al finalizar la elaboración de sus collages, cada uno explicaba su tabajo al resto de compañeros. Quizá el dibujo más extraño fue el de una mujer sin brazos. Cuando le pregunté al interno porque la había diseñado así, respondió que "los brazos, en una mujer, no hacen falta para nada".

Muchos me preguntaron cómo se podían representar los sentimientos, que no sólo querían algo físico, y yo les dije que lo hicieran como quisierna, pero casi ninguno fue capaz de hacer referencia a ello. Para más de uno, se trataba del primer collage que hacía. A excepción de un interno, que pretndió expresar cosas importantes que no se ven, como por ejemplo, que sepa cantar, o que tenga buena voz. este chico lo resolvió componiendo la imagen de una cantante de ópera muy conocida.

Para la segunda sesión, llevamos a cabo una actividad denominada "El Semáforo", que consiste en realizar diferentes afirmaciones a los internos para que se posicionen en un color. El color verde para manifestar que se está completamente de acuerdo, el color amarillo cuando se uda, y el color rojo para expresar desacuerdo con la afirmación. Para mi asombro, debo decir que las personas de más edad, tenían opiniones más apropiadas a los tiempos que vivimos que las personas más jóvenes. Fue una gran sorpresa comproar que la gente joven tenga pensamientos tan machistas y cerrados acerca de las libertades de sus parejas. Los jóvenes caían sistemáticamente en la creencia de todos los mitos sobre las relaciones de pareja que íbamos a desvelar. En esta sesión se tocaron muchos puntos: hicimos referencia a la violencia a la que estaban sometidas nuestras madres o abuelas en el pasado, a la actual violencia de género, a la igualdad de la mujer en el trabajo, a la presencia de la mujer en los centros penitenciarios... Ejemplos de la vida diaria que nos valían y nos conducirán a los mitos sobre las relaciones de pareja que después leeríamos en voz alta. Comenzó un interno leyendo los mitos del amor romántico y los comentamos. Ellos daban por sentado que eso no era así. No asimilaban qué era un mito, no parecían querer entenderlo; aunque escuchaban atentamente y mostraban interés por mis comentarios y por los alguno de sus compañeros. Esta sesión me pareció muy enriquecedora para todos, pues captó el interés de muchos que expresaron que querían seguir leyendo más cosas sobre el tema.

La tercera sesión consistió en un cuentacuentos. Uno de los internos leyó un cuento de Jorge Bucay, Sobre el amor, del libro "Cuentos para pensar", con el que pretendía hacer reflexionar a partir de la historia de amor de una pareja, aparentemente perfecta, pero que refleja los estereotipos de la mujer y del hombre en una relación sentimental. Comportamientos de los que no nos damos cuenta, que damos por sentado que deben ser de una determinada forma.

La cuarta y última actividad se realizó en dos sesiones. Consistió en escenificar un juicio a un marido acusado de matar a su mujer, aunque en el relato de los hechos también existía la posibilidad de que ella se hubiera suicidado. El primer día, una vez leído el relato de los hechos, se repartieron los papeles entre los internos que representarían el juicio al día siguiente. Todos querían participar y tener algún papel, de forma que se distribuyeron los siguientes: juez, acusado, fiscal y sus dos testigos, el abogado de la defensa y sus dos testigos, el médico forense y el resto harían de jurado popular. También se distribuyó información sobre las leyes y procedimientos necesarios para que pudiera celebrarse el juicio, y se les aconsejó que se lo prepararan para la siguiente sesión.

Al día siguiente, realizamos el rol-playing y salió bien, aunque algunos no se lo habían preparado. Ellos fueron los que condujeron el juicio, puesto que conocen por experiencia propia como funcionan. Tratamos la cuestión de los malos tratos y la resovieron con una sentencia de culpable para el acusado. La historia en la que nos habíamos basado para realizar el juicio era un caso real, en el que el tribunal había decalrado inocente al marido, pues la mujer se había suicidado.

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