lunes, 28 de diciembre de 2009

Seguridad e identidad en Carabanchel. Los significados de un barrio como herramienta para el Trabajo Social


En las entrevistas efectuadas en el contexto profesional de los servicios sociales del barrio, así como en la observación de las narraciones y diálogos que se producen en las salas de espera, he podido constatar cómo buena parte de los discursos giran alrededor de la dificultad de acceso a determinados servicios y cómo esto es achacado en muchas ocasiones a la presencia de actores ilegítimos en el mismo espacio social. Los discursos sobre la inseguridad suelen venir encadenados en esta lógica narrativa.

El propio sentimiento de devaluación deja abiertas las puertas a la competencia por el espacio público. El espacio público, espacio de la visibilidad, sigue constituyendo (a pesar del avance de los hábitos de ocio en espacios privados o privatizados y de la relevancia de los medios de comunicación en la construcción de las identidades) un lugar donde se producen significados colectivos. La presencia en el barrio de otros grupos de identidad devaluada, y construida como amenazante, puede generar una impresión de decadencia, de pérdida de la esencia barrial, y en último término, de inseguridad vital. Ariel Gravano aborda en su «Antropología de lo barrial» las sensaciones de inseguridad en un barrio de Buenos Aires indicando que, en general, los adultos ven más inseguro el barrio que los jóvenes y que los espacios más frecuentados por cada persona son concebidos como los mayores depositarios de confianza, más allá de las características del espacio en sí (Gravano, 2003: 210-217). La necesidad de levantar barreras, por parte de los vecinos más acomodados y antiguos en el barrio, con el fin de sobreterritorializar su propio espacio, coincide con lo que acontece en Carabanchel.

El criterio para hacerlo proviene de una asunción esencialista de la realidad: los vecinos nuevos, por sus características, son proclives a imprimir su violencia en el barrio. Lo que resulta más interesante de la investigación de Gravano es la introducción de la variable temporal, o generacional, en la percepción de la inseguridad: la existencia de una época base que sirve de referencia a los individuos para asignar identidad, de manera metonímica, al barrio y a sus habitantes, conlleva una percepción de lo nuevo, lo emergente, como no barrial y como amenazante (Gravano, 2003: 227).

El barrio auténtico

La época base es la referencia de lo auténtico para muchas personas mayores cuyo poder social se ha deteriorado. Pero la época base lo es para cada actor, se reactualiza con las biografías que surgen y se desarrollan en el barrio. Para muchas personas, más allá de su proceso vital (ascendente, o no), el sentimiento de pertenencia a Carabanchel conlleva la creencia en una afinidad social con el resto de vecinos. La ilusión de la homogeneidad como punto de partida (un pasado o un presente en el que todos son «iguales») se erige en referente ideal. Esa homogeneidad puede estar contaminada por la presencia de personas que representan otras identidades.

Un informante de 17 años se refirió en una entrevista a una especie de requisito ideológico para pertenecer a Carabanchel al hilo de unos comentarios sobre una agresión que había sufrido un amigo suyo por parte de unos ultraderechistas. En la visión de este informante, ser de Carabanchel significa ser obrero, y ser obrero es ser de izquierdas, por lo que no tiene cabida una ideología fascista en un barrio con unas características sociales como el suyo. Los mismos componentes de este discurso aparecieron en otra adolescente de otra zona del barrio que identificaba lo obrero como contrapuesto a lo nazi y, por lo tanto, más «propio» de Carabanchel:

—E: Hombre, es que yo, me gusta el mío porque es un barrio obrero de toda la vida, que no hay nazis casi, que eso es lo que me importa a mi, y es cómodo, y eso, para estar.

La competencia por el espacio está asociada con una lucha por su definición. Así, para estos jóvenes una ideología derechista se encontraría desarraigada de un barrio como el suyo. Sin embargo, uno de estos informantes expresó una mayor permisividad con la presencia de otros grupos de adolescentes que, en principio, sufren un gran rechazo social por parte de los medios de comunicación y de buena parte de los vecinos autóctonos, como los de origen latinoamericano (algunos de ellos pertenecientes a bandas constituidas, como la de los Latin King o los Ñetas). La tolerancia hacia estos grupos viene condicionada por su oposición formal a los valores dominantes, los de la sociedad que rechaza a los extranjeros, por lo que en el juego de conflictos intergrupales, los jóvenes de origen latinoamericano que autoafirman su identidad son potencialmente aliados (al menos en el momento de las entrevistas).

Compartiendo espacios de escasez

Pero aunque los sentimientos de competitividad por el espacio aparecen en muchos grupos sociales y en muchas personas, independientemente de su trayectoria de poder social, el recelo hacia los «otros» se acentúa cuando el propio poder se halla en retirada. En una entrevista a los vecinos de avanzada edad de unas viviendas obreras aparecen las mismas fuentes de inseguridad que transmiten muchos informantes de edad avanzada: gitanos, inmigrantes y jóvenes.

Sin embargo, el discurso es más agresivo que el que emitieron los informantes de una zona pequeño-burguesa de viviendas unifamiliares: en su edificio existe convivencia con las supuestas fuentes de peligro. Se imaginan como una comunidad en decadencia: rememoran los tiempos en que la escasez y la comunión de intereses (tenían que coger agua de una fuente comunitaria, todos tenían niños pequeños, la misma edad, procedían de zonas rurales y la vivienda en propiedad suponía la consolidación de su proceso migratorio) generaban un sentimiento de seguridad. La marcha de los hijos, el envejecimiento del vecindario, la muerte de algunos y la sucesión de las viviendas por población extranjera en régimen de alquiler, es vivido con angustia. La convivencia hace más fácil la competencia por recursos escasos, en este caso los espacios públicos: se alude varias veces a las facilidades que tienen los inmigrantes para acceder a la vivienda o a los servicios sociales. Ponen en contraste las dificultades de sus hijos, víctimas de la segregación espacial y residentes en las periferias de las periferias, con las supuestas facilidades de «los de fuera», los de la periferia mundial (una de las anécdotas que cuenta una informante, a modo de rumor, es cómo a los chinos se les perdonan los impuestos durante cinco años para poner una tienda).

Un matrimonio joven recién llegado a una nueva zona residencial identifica el interior del edificio con propietarios y con españoles. Los extranjeros (o gitanos) y los arrendatarios son sospechosos, por lo que se está estableciendo una comunidad basada en la propiedad y en una supuesta pertenencia étnica:

—M: Y en el garaje. En el garaje también roban...
—J: Sí, son unos inquilinos, de un piso que está alquilado en el edificio...
—M: Son sudamericanos.
—J: Son sudamericanos, y la gente sospecha de ellos porque, porque claro,
tienen acceso directo al garaje, y han encontrado, pues de todo..., es más, tenemos
que poner un antipánico porque hay mucha gente alquilada, entonces el garaje
es comunitario, comunica, pues nos tememos que nos roben.

[...] Cada grupo social, en función de sus pertenencias de clase, género, etnia oedad puede estar definiendo de manera diferencial las fuentes de inseguridad («los verdugos») atendiendo a sus necesidades sociales y a las expectativas que se teme sean frustradas (según lo que se valore, se construirá una amenaza). Es así cómo pueden comprenderse las narraciones sobre inseguridad que genera la policía entre parte de la población joven, gitana e inmigrante.

Pero en Carabanchel existen multitud de prácticas cotidianas relacionadas con la coexistencia y, a veces, con la convivencia. Estas prácticas exceden el discurso, lo quiebran. Las experiencias positivas en la resolución de conflictos y la interacción en espacios comunes (salida del colegio, parques, salas de espera) generan diariamente situaciones comunicativas y de apoyo mutuo. El discurso «anti-otro» responde más a las estrategias de autolegitimación en situaciones concretas
(como las de la obtención de recursos en los servicios sociales) que a la vida cotidiana de los vecinos del barrio: estamos ante un discurso dominante de incompatibilidades identitarias que esconde prácticas de interacción reales entre las propias alteridades que habitan en cada persona.

La competencia por recursos escasos en el mismo espacio (o el impedimento para hacer uso de ellos) parece condicionar la fuerte aparición de discursos de la inseguridad. Estos discursos, más que responder a sensaciones de miedo íntimas (su relación no es directa) poseen un carácter estratégico que persigue el propio reconocimiento social en detrimento de quien representa la alteridad. Se emplean a modo de señalamiento de la propia identidad y permiten a sus emisores actuar como sujetos políticos. La participación de una suerte de «comunidad de los inseguros » se constituye, en las democracias electorales actuales, en la vía más fácilmente transitable dispuesta por el Estado para que los miembros de los barrios populares puedan ejercer una porción de derechos de ciudadanía. La «seguridad ciudadana» se convierte, así, en un argumento reapropiado por muchos vecinos de barrios como Carabanchel para ser manejado en su propio contexto de escasez.

Extraído del texto de Sergio García García (2008), Seguridad e identidad en Carabanchel. Los significados de un barrio como herramienta para el Trabajo Social. Rev. "Cuadernos de Trabajo Social" Vol. 21 (2008): 63-85.

La revista Cuadernos de Trabajo Social, de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Complutense de Madrid tiene digitalizados todos sus artículos, desde 1987, en el siguiente enlace:

sábado, 26 de diciembre de 2009

Proyecto IZEBA



El Proyecto Izeba se configura como una red de familias o personas (hogares) que aceptan actuar como tíos/as acogedores/as de menores extranjeros no acompañados (MENA) para contribuir a su mejor integración. La función que desempeñan estas familias de referencia y acompañamiento son las propias de un/a tío/a que vive cerca de un/a sobrino/a al que, por ejemplo, por razones de estudio le está tocando vivir lejos de sus padres. Esta iniciativa se pone en marcha y desarrolla mediante un convenio suscrito por el Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el centro Baketik de Arantzazu.

Baketik ha publicado en su web un documento que recoge información, recursos y pautas para el desempeño de la función de tíos/as acogedores/as. Las pautas consisten en recomendaciones que conviene tener en cuenta para orientar de la forma más constructiva posible la relación entre las familias voluntarias y los menores a los que queremos acompañar:

1. Entender lo que somos y lo que no somos. No somos los padres biológicos, ni adoptivos de estos niños. Somos familias o personas que queremos acompañar y ayudar a estos menores a integrarse mejor en nuestro entorno social. Adoptamos imaginariamente la figura de tíos/as para situar mejor nuestra función.

2. Asumir lo que podemos y lo que no podemos. Las familias de acompañamiento no somos responsables de «salvar» o «reeducar» a estos menores. Por más que nos gustase no podemos arreglar radicalmente sus vidas. Nosotros/as sólo podemos crear condiciones que contribuyan a su mejor integración es decir que les ayuden a vivir y a convivir mejor.

3. Saber que creamos condiciones mediante la afectividad y la conectividad. Creamos condiciones de dos maneras: hacia dentro, construyendo una relación que elabora, ofrece y recibe afectividad; y hacia fuera, facilitándoles en nuestro entorno el despliegue de relaciones sociales de proximidad, amistad o intereses y aficiones compartidas.

4. Crear condiciones de afectividad: principios y criterios básicos. Crear, construir y sostener, un espacio de afectividad con los MENA implica, al menos, lo siguiente: (1) mirada positiva, (2) constancia y regularidad, (3) comunicación y empatía, (4) apoyo y contención, y (5) amor y límites. De la suma de todo ello puede nacer una relación basada en (6) la confianza.

4.1. Afectividad, en una primera instancia, es ofrecer una mirada positiva, comprensiva y libre de prejuicios. Simplemente esa mirada tiene un poder enorme de oportunidad, integración, crecimiento o cambio y mantenerla durante el tiempo de acompañamiento debe ser un objetivo de los tíos/as.
4.2. La afectividad es regularidad y constancia. Estar ahí pase lo que pase, al menos, una vez a la semana. No es tarea de un día. No debe esperarse que desde el primer momento el afecto y la confianza broten a borbotones. Debe construirse pacientemente y paso a paso con perspectiva de proceso y progresividad.
En concreto, podemos invitar al menor una vez a la semana a comer con la familia o a hacer una excursión. Podemos llamarle periódicamente por teléfono para interesarnos por su situación. No conviene organizar estancias para dormir en casa. Esta posibilidad debe ser el resultado de un proceso que deberá ser consultado con el equipo de apoyo especializado y el centro de acogida.

4.3. La afectividad es comunicación y empatía. Comunicación y empatía se pueden traducir en una única idea: escuchar sin juzgar. Podemos juzgar los hechos pero no a las personas. Si juzgamos a las personas no podemos escuchar, ni dialogar ni comunicarnos. Comunicación y escucha en este caso quiere decir interesarnos profundamente por la historia de estos niños y compartir con ellos la nuestra.
En concreto, podemos interesarnos por su familia, su escuela, sus amigos, su pueblo. Intentar entender su religión y tradiciones sin prejuicios. Intentar sentir su historia como una historia de nuestra propia familia. Y en el mismo nivel compartir con ellos nuestra historia y nuestra vida. Todo ello poco a poco y paso a paso.

4.4. La afectividad es apoyo y contención. La comunicación y la empatía será más propicia si ven en nosotros/as un apoyo fiable y regular. Tenemos que apoyarles y ayudarles sin abrumarles y sin ingenuidades. No debemos olvidar que sus edades rondan la adolescencia y esto añade dificultad. Por eso, tenemos que saber que contenerles también es apoyarles. La contención no es imposición ni prohibición, es acompañamiento, orientación, negociación y, en algunos casos, negación.

En concreto, podemos ayudarles en la resolución de cualquier tipo de problema personal, apoyarles en el aprendizaje del idioma, o en su formación académica, o en la elección de un estudio o profesión. Podemos acompañarles a comprarse ropa, calzado u otra necesidad. Podemos ofrecerles nuestras opiniones y consejos favorables o desfavorables y podemos hacer acompañamiento de sus procesos personales. Ahora bien, todo ello debe hacerse tratando de entender su ritmo y su autonomía, sin agobiarles y sin excesos de paternalismo ni de candidez. Contención al principio es también no dejarles solos en casa, ni darles las llaves, ni dejar tentaciones a su alcance. Todo esto debe ser fruto de un proceso de sentido común.

4.5. La afectividad es amor y límites. El amor es la voluntad de promover al otro en cuanto otro (Nedoncelle). Se trata de transmitir este sentimiento mediante el reconocimiento, la aceptación, la valoración, la expresión de lo que sentimos hacia estos menores. Pero el amor no debe confundirse con una permisividad carente de límites, a veces implica conflicto y dificultad que deben ser afrontadas.

En concreto, podemos expresar a estos nuevos sobrinos nuestro cariño y afecto con la palabra, con la mirada, con una caricia o con un abrazo, con un gesto o con una actitud. En tanto que la afectividad también es límite y aunque no seamos sus padres debemos saber decir «no» cuando debe decirse «no». En estos casos, no dejaremos de ser sus tíos/as ni de quererles. Seguiremos estando ahí, pero les expresaremos claramente nuestro desacuerdo y negociaremos con ellos sus consecuencias. En casos en los que no sepamos como gestionar una situación de dificultad o conflicto podremos consultar con el equipo de apoyo especializado.

4.6. La afectividad es finalmente confianza y gratuidad. Un espacio de afectividad que crece tiende hacia una relación de confianza y gratuidad recíproca. Esa afectividad es dar y confiar sin esperar nada a cambio, y es estar dispuesto a recibir con humildad. La relación entre los MENA y las familias de tíos/as acogedores/as no debe ser material ni económica. La confianza y la gratuidad debe construirse mediante una afectividad que se asienta en la constancia y la regularidad, la comunicación y la empatía, el apoyo y la contención, y el amor y los límites.

En concreto, las familias podemos dar a estos niños todo lo que podamos para sostener ese espacio de afectividad; pero no debe basarse en la recompensa material. No debemos darles dinero, ni comprarles regalos, salvo en circunstancias extraordinarias como cumpleaños, fiestas o similares. Por otra parte, en la medida en que crece la confianza y la gratuidad las familias podrán invitar paso a paso a los menores a estancias breves. Progresivamente, dormir una noche en casa, pasar un fin de semana, o algunos días en vacaciones.

5. Crear condiciones de conectividad: algunas sugerencias. En la filosofía del Proyecto Izeba, tan importante como crear un vínculo de afectividad familiar es que las familias voluntarias puedan servir de cauce y mediación para que los menores puedan desplegar nuevas relaciones en el entorno local de la familia o de residencia de los menores. Algunas sugerencias para desarrollar criterio pueden ser las siguientes:

* Interesarnos por sus aficiones y animarle a involucrarse en actividades deportivas o de ocio de su gusto que se desarrollen en el ámbito local.

* Animarle a introducirse en las fiestas, en las costumbres y en la cultura local mediante la participación o asistencia a actividades.

* Estar en contacto con las entidades locales que fomentan actividades de integración multicultural y aprovechar las oportunidades.

* Si en la familia propia existe algún menor de edad similar podemos tratar de facilitar, con tacto, la relación entre ambos. Sin ninguna duda, un menor adolescente sería el agente de integración natural más potente para otro menor de la misma edad. Sin embargo esto debe hacerse con naturalidad, sin forzar situaciones y sin obviar las dificultades que pueden plantearse.

* Con el mismo cuidado, podemos tratar de buscar el contacto con otros jóvenes de su edad del barrio, de hijos/as de amigos/as, o aprovechando cualquier circunstancia favorable para ello.

Un comentario final. A pesar de todas estas recomendaciones y consejos, a pesar de que pongamos lo mejor de nosotros/as, no podemos olvidar que somos limitados/as, que la tarea es compleja y difícil y que, en definitiva, debemos estar preparados para fracasos puntuales e incluso definitivos. Nuestra peor tentación y nuestra expectativa más destructiva puede ser la de creer que podemos ser «salvadores» de estos niños, que podemos apropiarnos de sus vidas para corregirlas y enderezarlas. Si hiciéramos esto cometeríamos un grave error.

Ya lo hemos dicho, sólo podemos crear condiciones, no podemos controlar los resultados. Dice Vaclav Havel que «la esperanza no es la convicción de que todo saldrá bien sino la seguridad de que tiene sentido lo que hacemos sin preocuparnos de los resultados».

Trabajo Social en Situaciones de Crisis, Emergencias y Catástrofes. Petición de colaboración a colegiadas y colegiados de Castilla-La Mancha

El Colegio Oficial de Trabajo Social de Castilla-La Mancha nos comunica que, durante el año 2010, en colaboración con diversas entidades, va a explorar e impulsar diversas actuaciones en el campo de la Intervención Social en Situaciones de Crisis, Emergencias y Catástrofes.

La idea general, o el resultado que esperan obtener consiste en crear, como mínimo, uno o varios grupos de voluntarias/os de Trabajadoras/es Sociales en estas situaciones en cada una de las provincias de la región; así como dotar de una formación especializada en la materia a las compañeras y compañeros realmente interesadas/os en el tema.

Las actividades principales que pretenden desarrollar para llevar a cabo el proyecto son las siguientes:

1.- Celebración, inicialmente en Cuenca, los días 20, 21 y 22 de mayo de 2010, de las I Jornadas Regionales sobre Intervención Social o Trabajo Social en Situaciones de Crisis, Emergencias y Catástrofes, en las que se espera contar con compañeras/os especialistas y profesionales expertos que ya están trabajando sobre este tema en diversos ámbitos territoriales del país. El Colegio nos pide a todos que les propongamos ponentes, temáticas, mesas redondas, que presentemos alguna comunicación o póster a las Jornadas, o cualquier idea al respecto.

2.- Captación y creación inicial de los Grupos de Voluntarias/os Trabajadoras/es Sociales en Intervención en Situaciones de Crisis, Emergencias y Catástrofes. De las Jornadas reseñadas en el punto anterior deben salir entre 5 y 30 voluntarias/os (y un/a Coordinador/a Regional) para cada una de las siguientes diez áreas: Albacete, La Mancha, Ciudad Real, Puertollano, Talavera de la Reina, Toledo, Tarancón y Ocaña, Cuenca, Guadalajara y Molina de Aragón.

3.- Celebración en cada una de las cinco capitales de provincia de la región, durante los meses de junio y septiembre de 2010, de un Curso de Formación de Voluntarias/os en Intervención Social en Situaciones de Crisis, Emergencias y Catástrofes, destinado exclusivamente a Trabajadoras/es Sociales inscritos en los distintos Grupos Territoriales creados a raíz de las Jornadas celebradas en el mes de mayo. Aquí se trata de dotar de una formación especializada en esta materia a las/os compañeras/os que ya sean voluntarias/os.


El plazo máximo para enviar nuestras aportaciones y sugerencias es el 11 de enero de 2010: http://www.trabajosocialclm.com/

jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad...y ten cuidado con las lucecitas del árbol


En las películas de la España franquista se escenificaba la mala conciencia que existía por las desigualdades a través de invitar a un pobre a cenar en tu casa, con nuestra familia. Ahora, que somos más modernos, montamos campañas solidarias de Navidad, con famosas y famosos, Oenegés y oenejás, visitas a hospitales, campeonatos de fútbol..., de forma que "contribuyendo" a una buena causa ya no hace falta que nos llevemos a un pobre maloliente y poco educado al chalet adosado, a la "urba". Todo es más aséptico. Cada uno en su sitio, como debe ser. Como siempre ha sido... aunque sea Navidad.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Hacer los Derechos Humanos realidad: la agenda del Trabajo Social


Ana Lima, Presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Trabajo Social nos ha enviado el siguiente mensaje:

El martes 16 de marzo de 2010 ha sido identificado como el Día Mundial del Trabajo Social. El lema para 2010 es: "Haciendo una realidad de los DDHH: agenda del TS". La FITS se está concentrando en la importancia de los Derechos Humanos para el trabajo social en todos niveles. El enfoque está en que los derechos humanos sean una realidad en de la vida cotidiana. Este tema será fundamental en las reuniones de la FITS de aquí a la celebración del Congreso en Hong Kong.

Dentro del lema propuesto, la FITS anima a buscar un "subtema" que concuerde con las características y prioridades de cada país. Las actividades para ese día podrían ser muy variadas: conferencias, reuniones, peticiones para el parlamento / gobierno.

El objetivo es hacer que la sociedad sea consciente de las contribuciones del Trabajo Social y dar a los trabajadores sociales el sentido de reconocimiento y orgullo que merecen.


Y este es el comunicado de prensa que ha difundido por todo el mundo la Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS):

Día Mundial del Trabajo Social 2010:

Hacer los derechos humanos realidad: la agenda del trabajo social

La gente está efectuando cambios en sus vidas para mejorar su calidad de vida, todos los días por todo el mundo, y los trabajadores sociales están ahí ayudándoles.

El Día Mundial del Trabajo Social es una celebración de estos logros y una oportunidad para realzar el trabajo que aún falta por hacer para que los derechos de las personas sean respetados.

En todas partes del mundo, la gente sufre daños, abusos y abandono, y se violan sus derechos civiles, económicos, culturales y sociales. Todos los días, los trabajadores sociales están ayudando a individuos y a grupos de personas en tales situaciones, ayudándolos a vivir una mejor vida encontrando la manera de respetar derechos contradictorios en situaciones complejas.

La implementación de todas las convenciones, tratados y acuerdos internacionales de derechos humanos se solía enfocar en derechos civiles y políticos individuales con el fin de garantizar un proceso jurídico justo, el derecho a votar, el derecho a no ser torturado ni sufrir abuso. Más y más ahora también se consideran los derechos colectivos y de la comunidad y se da énfasis a los derechos económicos, sociales y culturales con el fin de defender los derechos de acceso a educación, albergue, salud, empleo, ingreso adecuado y seguridad social.

Este nuevo enfoque de hacer de los derechos humanos una realidad de la vida diaria es un tema importante en las consultas preparatorias de la Conferencia Conjunta Mundial 2010. La profesión del trabajo social trabaja al lado de aquellos que son excluidos, discriminados, víctimas de abuso y de pobreza - los derechos de los cuales no se respetan. La profesión busca lograr el cambio social que dé lugar a una vida digna y a justicia social para todos.

El Presidente de la FITS, David N. Jones, comenta que "Dondequiera que existe pobreza extrema, falta de necesidades básicas como alimento, agua y albergue, el tráfico y el abuso de personas entre países o problemas familiares serios, encontrarás trabajadores sociales al lado de estas personas ayudándolas a realizar cambios en sus vidas”. El día mundial del trabajo social nos brinda una oportunidad para celebrar este trabajo tan importante. La conferencia mundial del trabajo social 2010 identificará la forma en que el trabajo social hará su contribución hacia la creación de progreso y cambio social centrado en las personas y sostenible.

Para mayor información, por favor visite www.ifsw.org

Contactos:

René Schegg, Oficial de Política y Comunicación, +41 22 548 36 25, rene.schegg@ifsw.org

David N Jones, Presidente, +44-1604-414345, President@ifsw.org

Ruth Stark, Comisaría de Derechos Humanos , r.stark@basw.co.uk

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) ha sido, desde su establecimiento inicial en 1928, el cuerpo representativo a nivel mundial de los trabajadores sociales. En la actualidad, la FITS representa asociaciones de trabajo social en 90 países y cuenta con un total de más de 740.000 trabajadores sociales. El estatus de consultor especial le fue otorgado por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) y el Fondo para Niños de las Naciones Unidas (UNICEF). Además, la FITS está trabajando con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y otros.



martes, 22 de diciembre de 2009

Richard Sennet y El Artesano


El artesano (Anagrama) es el título del último libro del sociólogo -e hijo de una trabajadora social- Richard Sennet, el primer volumen de una trilogía dedicada, según sus palabras, a la "cultura material". Para este discípulo de Hannah Arendt "hacer es pensar" y la palabra artesanía (craftmanship) designa "un impulso humano, duradero y básico; el deseo de realizar bien una tarea, sin más". Esto supone dedicación para aprender y para desarrollar las habilidades, para crecer como un trabajador competente, un concepto que ha brillado por su ausencia estos los últimos 20 años en los que no se invirtió en los trabajadores, sino que lo que se hacía era comprar lo más barato que había. El resultado, concluye, es que cuando llegó el colapso, "la economía real no tenía ningún tipo de resistencia para enfrentarse a la explosión financiera".

Pero cuando habla de artesanos, Sennett no sólo se refiere al estereotipo del trabajador altamente cualificado de una empresa tecnológica, sino a los conocimientos adquiridos, por más simples o banales que parezcan, que forman la textura misma de la sociedad y de la economía. Uno de los efectos del sistema imperante estas últimas décadas, denuncia, ha sido "la ceguera" ante las habilidades de la gente a la que denominamos como poco cualificada, pero de cuyas capacidades somos "socialmente dependientes".

"Si usted es cuidador en un hospital o trabaja en la limpieza, su ficha laboral le definirá como no cualificado, pero no será cierto. Se trata de gente con muchas habilidades: conocen el hospital, saben a quién llamar cuando hay una emergencia, saben cómo conservar el lugar limpio, incluso detectan si alguien ha empeorado súbitamente y llaman al médico o la enfermera. Hay muchos trabajadores así. Parece muy simple, pero esto se va adquiriendo con tiempo y dedicación y no se valora. La visión neoliberal consistía básicamente en que el trabajo era una serie de tareas sin relación.Las habilidades pueden ser simples, pero las instituciones son complejas. ¿A quién llamar cuando algo se rompe? Eso es artesanado. Olvidarlo es olvidar que la vida tiene una narración, que la competencia en algo es una narración, no sólo para el individuo, sino también para la sociedad".



Richard Sennett apela al pragmatismo: "La idea de experiencia como oficio pone en tela de juicio el tipo de subjetividad que anida en el puro proceso de sentir". Lo que le permite defender, apoyándose en John Dewey, que "el trabajo que se mantiene impregnado de juego es arte". En la palabra juego, en lo que ella contiene de libertad e inspiración en la relación con la materia, está el secreto. Pero es precisamente el secreto prohibido del trabajo alienado, convertido en simple medio para un fin que determinan otros. Es esta humanización del trabajo la que le lleva a decir: "Las capacidades de nuestro cuerpo para dar formas a las cosas físicas son las mismas en que se inspiran nuestras relaciones sociales". Es quizás la mejor síntesis de este libro.

Sennett encuentra también en el pragmatismo la respuesta al problema ético que genera el carácter ambivalente de nuestra relación con la materia: progreso y riesgo, dominación y furia. Hay que introducir la ética en el proceso. El artesano tiene que hacer una pausa y reflexionar sobre lo que está haciendo. La pregunta sobre la finalidad no se puede dejar para después. Y es nuestra imperfección la que nos debe servir para recordar que no todo es posible. La ética siempre es cuestión de límites. De ahí que Sennett escoja a Hefesto como icono: "Cojo, orgulloso de su trabajo, aunque no de sí mismo, representa el tipo más digno de persona a que podemos aspirar".

lunes, 21 de diciembre de 2009

Foro pro-positivo para una estrategia inclusiva: Pamplona, 10 y 11 de diciembre


El Foro Pro-positivo para una estrategia inclusiva tuvo lugar en la Universidad Pública de Pamplona, los días 10 y 11 de diciembre, organizado por la Cátedra UNESCO de Ciudadanía, Convivencia y Pluralismo de dicha Universidad; asó como por la Fundación FOESSA/Cáritas; EAPN-España y el Grupo de investigación ALTER.

De estas jornadas ha resultado el Documento de Pamplona (pincha aquí si quieres acceder al documento íntegro), con 50 propuestas concretas para enfrentarse a la exclusión social en el marco de una crisis prolongada. Entre esas medidas, se contempla que todos los ciudadanos tengan acceso a una renta mínima de 600 euros.

Resumen:

La pobreza y la exclusión social, antes de la crisis y ahora que estamos instalados en ella, es una injusticia social que afecta a la dignidad de las personas y conculca los derechos humanos de un modo inadmisible en una sociedad que dispone de recursos y de riqueza suficiente para todos. Debería por ello ser declarada ilegal. Sin embargo, España viene presentando sistemáticamente durante las últimas décadas niveles de desigualdades sociales especialmente elevados en el contexto europeo[1] que se han venido traduciendo en tasas de pobreza relativa cercanas al 20% y de pobreza severa del 3%[2]. El aumento de la población carcelaria y de las demandas en los servicios de salud mental forman parte también de este deterioro de la calidad social. Los procesos de exclusión social afectan al 17,2% de los hogares y la exclusión social más severa al 5,3%[3]. El desempleo y/o el empleo temporal han sido también especialmente destacados, aumentando y descendiendo alternativamente en las últimas décadas[4].

En este contexto, dos centenares de profesionales, voluntarios e investigadores pertenecientes a diversas universidades, ONGs y administraciones públicas de todo el Estado, reunidos en Pamplona los días 10 y 11 de diciembre de 2009 en un Foro Propositivo, han elaborado, debatido y apoyado esta declaración conjunta para una Estrategia Inclusiva, con 40 propuestas concretas. De entre las propuestas realizadas algunas son de especial importancia por la urgencia y la gravedad de las necesidades que afrontan:

1. Garantizar unos ingresos adecuados para todos los ciudadanos y ciudadanas de forma que nadie se encuentre por debajo de una renta equivalente de 600 € (según la composición del hogar), reformando y articulando el sistema de garantía de ingresos mínimos, desde el subsidio por desempleo o los complementos de mínimos de pensiones hasta las pensiones no contributivas o las rentas mínimas. Deberá garantizarse especialmente la erradicación de la pobreza infantil.

2. Reforzar el sistema educativo para que fomente y anime (incentive) al aprendizaje, que ofrezca oportunidades de mejorar el nivel educativo a lo largo de la vida, en especial a aquellas personas que han abandonado tempranamente el sistema educativo o que tienen niveles de estudios más bajos, fomentando la escolarización temprana, especialmente para aquellos colectivos más desfavorecidos y ofreciendo una formación diversificada para todos y todas, como mínimo hasta los 18 años.

3. Garantizando unas políticas activas de ocupación basadas en una formación profesional adaptada y accesible a las personas más vulnerables, con itinerarios personalizados y suficientemente prolongados para lograr cualificaciones útiles en el mercado de trabajo, así como en la expansión de los programas de empleo protegido.

4. Una reforma laboral que no reduzca los derechos de los trabajadores y trabajadoras, orientada a superar la fuerte segmentación existente en el mercado de trabajo, a reducir la precariedad laboral y a mejorar la calidad del empleo de todas las personas trabajadoras, con especial urgencia en aquellos sectores históricamente discriminados en su régimen laboral.

5. Reformar las políticas de vivienda para que lleguen a garantizar el derecho a la misma de todas las personas, especialmente de los grupos más desfavorecidos, evitando las situaciones de pérdida de vivienda derivada del desempleo. Se considera esencial que las ayudas públicas (directas y fiscales) se orienten de manera prioritaria al fomento del alquiler, así como a la intervención en barrios desfavorecidos con intervenciones integradas de vivienda, trabajo social, educación, formación y empleo.

6. Potenciar la capacidad de los servicios sociales para ofrecer apoyos y acompañamiento para el desarrollo personal y la integración en la comunidad, consolidándolos así como un pilar del Estado de bienestar.



[1] Un índice de Gini de 31 puntos, 4 puntos más que Francia por ejemplo, en términos de ingresos.

[2] La ECV ofrece para 2007 una tasa del 19,7% de personas bajo el umbral del 60% de la renta media equivalente de los hogares.

[3] El VI Informe Foessa 2008, establece por primera vez una estimación de la exclusión social desde indicadores multidimensionales, económicos, de ciudadanía y de relaciones sociales.

[4] Cuando el desempleo ha sido más reducido en España, uno de cada tres asalariados tenía un contrato temporal. Ahora, con la reducción en más un millón de los empleos temporales, la tasa de temporalidad se ha reducido significativamente, pero el desempleo se acerca al 20%.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Nieve en Cuenca


El Colegio Oficial de Trabajo Social de Castilla-La Mancha ha distribuido esta bonita secuencia de fotografías sobre la ciudad de Cuenca tras la copiosa nevada que cayó el 14 de diciembre y nos metió de sopetón en el invierno. No hemos podido subir aquí la música de los Archies, tal y como lo diseñó su autor, y la hemos sustituido por otra de Goran Bregovic, incluida en la película Arizona Dreams de Eric Kusturica. Esperamos que las fotos os gusten tanto como a nosotros.




sábado, 19 de diciembre de 2009

ERE en el Portal de Belén


Mañana quiero empezar a poner el belén (o los belenes) en mi casa, y, como estoy en crisis, las decisiones que voy a tomar son las siguientes:

Pastores. Para nadie es un secreto que en todos los belenes hay más pastores que ovejas, parece absurdo, pero siempre ha sido así. Por supuesto me veo obligado a deshacerme de todos, menos uno. Instalaremos pastores eléctricos (cercas electrificadas) con el fin de controlar a las ovejas, y, una vez instalado, se plantea la posibilidad de sustituir, en breve, al pastor por un perro con experiencia.

Personajes gremiales. Es sorprendente la cantidad de artesanos que puede haber en un belén: el herrero, el panadero, el de la leña, el carpintero (haciendo una desleal competencia a San José que se ha cogido baja paternal), el tendero,... y sin embargo es, también, sorprendente ver los pocos clientes que hay. La decisión que hemos tomado es despedir a todos los artesanos, es duro, pero no ha quedado otro remedio. En su lugar hemos contratado a un chino, que en un pequeño comercio fabricará y venderá todos los objetos que vendían los artesanos. (Si el chino decide subcontratar 15 menores para sacar el trabajo es un tema en el que no nos debemos meter).

Posadero. El chino se hará cargo también de la posada. Además, últimamente habían llegado quejas de atención al cliente por parte de José y María. La posada podría funcionar con el sistema de cama caliente.

Lavanderas. Que manía tienen en los belenes con lavar la ropa, con lo fría que debe estar el agua, con tanta nieve. Se suprimen los trabajos de lavanderas, que además eran ocupados siempre por mujeres. Cada uno se lavará su ropa en los ratos libres, potenciando así la equiparación de sexos en cuestión de tareas domésticas.

Ángel anunciador. Suprimidos casi todos los pastores, no tiene sentido la figura de un ángel anunciador. Se sustituye por un anuncio luminoso, en donde además podremos anunciar las ofertas del chino.

Castillo de Herodes. A Herodes le mantengo en su puesto, no es que haga mucho, pero manda, y no es cuestión de ponerse a despedir directivos. Soldados, me quedo con dos por razones de seguridad, (que bastante calentita está la zona) pero los externalizo. Los contrataré por medio de Prosegur Castillos, para que me presten servicio como guardas de seguridad. Ahorro en costes fijos y gano en flexibilidad.

Paseantes varios. Es sorprendente ver la cantidad de personajes que abundan en un belén sin hacer nada, absolutamente nada. Todos despedidos. Esto lo teníamos que haber hecho hace tiempo.

Paseantes con obsequios. He observado que otro grupo de paseantes, algo menos ociosos, pero no mucho más productivos, se dirige hacia el portal con la más variada cantidad de objetos. Uno con una gallina, otro con una oveja, otro con una cesta, otro con un atillo (¿qué llevará el misterioso personaje del atillo?),...

Puesto que todos tienen el mismo destino, organizaremos un servicio de logística, para rentabilizar el proceso. Despediremos a todos los paseantes, uno de ellos se quedará con nosotros por medio de ett, y con ayuda de un animal de carga recogerá las viandas cada tres días y las acercará al portal.

Reyes Magos. Por supuesto con un solo rey es más que suficiente, para llevar el oro, el incienso y la mirra. Eliminamos dos reyes, dos camellos y los pajes. Posiblemente nos quedemos con el rey negro para no ser acusados de racistas, además es posible que quiera trabajar sin que le demos de alta. Tengo que estudiar, también, la posibilidad de dejar tan solo el incienso y vender el oro y la mirra a otra compañía, ya que debemos de reducir al máximo la inversión en regalos de empresa.

Mula y Buey. La única función de estos animales es dar calor. Esta función será desempeñada por una hoguera, que gasta menos combustible. Realizaremos un assessment center con los dos animales, y el que lo superé trabajará como animal de carga en el servicio de logística antes citado.

San José y la Virgen María. Está más que demostrado que el trabajo que hacen ambos en el portal puede ser desempeñado por una sola persona, y evitamos dos bajas de maternidad/paternidad. Por razones de paridad nos quedamos con la Virgen María y, lamentablemente, tenemos que despedir a San José (con lo que había tragado el hombre en esta empresa).

El niño Jesús. A pesar de su juventud tiene mucho potencia, y además parece ser que su padre es un pez gordo. Le mantenemos como becario con un sueldo de mierda, hasta que demuestre su valía.

El Belén queda pues de la siguiente forma: Un pastor, con ovejas en un cercado, un chino con un comercio/posada de 24 horas, Herodes y dos guardas subcontratados, un paseante,por ett, con la mula (o el buey) haciendo repartos, el rey negro (ilegal), la virgen y el niño.

Va a ser más soso que otros años, pero me he ahorrado una pasta…



El ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es un eufemismo jurídico utilizado en España para poder echar a los trabajadores a la calle.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Déjate de cuentos: Todos somos iguales


“FALLO DEL CONCURSO LOS DERECHOS HUMANOS Y EL ARTE, CONVOCADO POR LA ESCUELA UNIVERSITARIA DE TRABAJO SOCIAL DE CUENCA”.

El premio de esta octava edición se ha concedido a un alumno de tercer curso de Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones ( Especialidad sonido e imagen) de la E. U Politécnica de Cuenca, por la obra que ilustra esta reseña (la de los patitos...)

El Jurado de la VIII edición del Concurso de Expresión Artística: Los Derechos Humanos y el Arte, que organiza la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Cuenca, en conmemoración de la Aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ha resuelto conceder el premio a la obra “DÉJATE DE CUENTOS” presentado por Iván Hernández Perea, alumno de Ingeniería Técnica en Telecomunicaciones de la E. U. Politécnica de Cuenca.

La actual edición del premio de Los Derechos Humanos y el Arte ha contado con la participación de personas matriculadas en los distintos centros de la Universidad, docentes y personas de administración y servicios. En total se han presentado ocho obras de diversa factura y técnica. El Jurado que resuelve el premio estaba compuesto por profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha, artistas de reconocido prestigio, diseñadores y críticos de artes. Y una vez más las personas que integran el jurado han destacado el valor de las obras presentadas al certamen, que con técnicas diversas (imágenes fotográficas, dibujos, ilustraciones, fotomontajes, pinturas, collages) se acercan al tema de los Derechos Humanos. La dotación del premio es de 600 euros, y fue entregado en el acto de clausura de la Semana de los Derechos Humanos que se celebró en la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Cuenca.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Manos invisibles: De la lógica neoliberal en lo social


El 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Migrantes.


  • Se perseguirá la inmigración irregular, nunca la acogida humanitaria. El objetivo, explican en Inmigración, es poder perseguir a las mafias.
  • La estancia máxima en un centro de internamiento sube de 40 a 60 días.
  • La reagrupación familiar sólo se permitirá en adultos mayores de 65 años o por razones humanitarias. A los hijos en edad de trabajar se les permitirá obtener el permiso de trabajo además del de residencia. Acota la reagrupación básicamente a la familia nuclear. La novedad es la inclusión en esta categoría a las parejas de hecho.
  • Los menores que vayan a ser repatriados tendrán derecho a ser asistidos por un abogado.
  • Por primera vez, a las extranjeras víctimas de violencia doméstica se les ofrece la posibilidad de obtener una autorización por circunstancias excepcionales para facilitar la denuncia. Si hay condena se le concede el permiso de residencia y trabajo, en caso contrario, y si es ilegal, se tramita un expediente sancionador.
  • Las ONG que asisten a los inmigrantes no podrán ser perseguidas por trabajar para los inmigrantes ilegales.

  • Reconoce los derechos de reunión y manifestación, asociación, sindicación y huelga de los extranjeros.
  • Prevé nuevas infracciones para evitar actuaciones fraudulentas, como losmatrimonios de conveniencia.

  • Crea un registro para controlar las entradas y salidas de extranjeros.

  • Aumenta las sanciones económicas para todas las infracciones, que pueden llegar hasta los 750.000 euros.

  • Considera infracciones graves y/o muy graves trabajar sin permiso o no dar de alta al trabajador en la Seguridad Social, entre otros.

En esta nueva norma, el artículo 14 de la antigua Ley 4/2000, queda redactado de la siguiente forma:

«14. Derecho a la Seguridad Social y a los servicios sociales.

1. Los extranjeros residentes tienen derecho a acceder a las prestaciones y servicios de la Seguridad Social en las mismas condiciones que los españoles.

2. Los extranjeros residentes tienen derecho a los servicios y a las prestaciones sociales, tanto a las generales y básicas como a las específicas, en las mismas condiciones que los españoles. En cualquier caso, los extranjeros con discapacidad, menores de dieciocho años, que tengan su domicilio habitual en España, tendrán derecho a recibir el tratamiento, servicios y cuidados especiales que exija su estado físico o psíquico.

3. Los extranjeros, cualquiera que sea su situación administrativa, tienen derecho a los servicios y prestaciones sociales básicas.»

Quizá sea el momento de recordar los usos perversos que se hacen de estas leyes generales. Por eso, traemos a colación algunos párrafos del texto "Manos invisibles. de la lógica neoliberal en lo social", de Débora Ávila y Marta Malo, que redactaron a raíz de las actuaciones que, en los últimos años, están llevando a cabo las instituciones públicas madrileñas con los servicios de atención para la población extranjera.

[Yo he vivido] dos cierres y el tercero por los pelos… un CASI (el de Puente de Vallecas): me fui y al mes lo cerraron, en 2005. Luego fue atención humanitaria en Cruz Roja, que fue en 15 días… de repente llamó el Ayuntamiento: “que ya... cortamos el grifo”. Fue en 2006. Y luego ya en 2007 el del Grupo 5 [Programa de acogida temporal y atención a personas de origen subsaharianos]. ¡He ido a cierre por año! Y desestabiliza mucho emocionalmente, porque también depende tu vida de un contrato y un seguimiento laboral… luego ves que dejas un montón de casos tirados… En este segundo cierre, algunos subsaharianos me identificaban del primer programa… y ellos no saben de dinámicas políticas. Me decían (tono recriminatorio): “¡Tú estabas en Cruz Roja cuando lo cerraron!!”… “Ya, a mí también me echaron, yo también me quedé en la calle”. Te van identificando con los cierres y con el Ayuntamiento, ¡y a mí eso me da una rabia! (…) Lo que hemos llorado nosotras allí no lo sabe nadie.
(Entrevista con trabajadoras sociales, mayo de 2008).

[...] Ciertamente, dentro de esta lógica neoliberal, la administración pública se hace“más ligera”: debe ser capaz de adaptarse a situaciones y necesidades coyunturales marcadas por el fluir natural de los procesos sociales. Al igual que las empresas, para volverse más flexibles, externalizan segmentos enteros del ciclo productivo, también las instituciones del Estado externalizan parte de sus funciones a un amplio abanico de entidades (ONGs, fundaciones, empresas, asociaciones). Merece la pena señalar que los servicios sociales en general y la intervención social en particular fueron uno de los primeros ámbitos en someterse a este tipo de externalización, en particular en su capítulo de servicios “específicos” (para mayores, discapacitados, mujeres, inmigrantes, jóvenes, etc.): a principios de los ‘80, con la participación de organismos del Tercer Sector y, desde finales de los ’80 y principios de los ’90, con la creciente introducción de empresas del sector lucrativo. En este sentido, cabe considerarlos como un auténtico banco de pruebas para otras externalizaciones que vendrían después (por ejemplo, la de la sanidad).

En contra de lo que presupone la crítica fácil, la externalización no es exactamente una privatización tout court, sino una forma de gestión mixta público-privado donde las administraciones públicas se reservan para sí dos funciones fundamentales: la de agentes reguladores que establecen prioridades y reglas del juego (en forma de pliegos de condiciones, y estructura y difusión de las convocatorias) y la de árbitros en la competencia que el acceso a las
convocatorias genera inevitablemente entre las distintas organizaciones sociales o empresariales. De esta manera, la externalización no sólo permite flexibilizar al máximo la intervención social, sino producir una red clientelar en torno a las administraciones públicas, que hace a las organizaciones sociales y empresariales que participan de ella dependientes de aquellas y las pone en competencia entre sí. Esta dinámica clientelar, hecha de favores e informaciones privilegiadas, no tiene por qué limitarse a los colores políticos y se teje muy claramente a través de vínculos personales.

[...] El dibujo de la neoliberalización de los servicios sociales que hemos trazado hasta aquí no estaría completo si no añadiéramos un último elemento, un elemento fundamental, de hecho, el elemento más característico de este proceso: el cambio en la función que desempeñan. [...] Con la introducción de la lógica neoliberal en los servicios sociales, desaparece la idea de que el modelo de acumulación lleva implícita una asimetría y genera desigualdades que está obligado a paliar o compensar de alguna manera, aunque sea de forma muy parcial. Esto no conduce tanto a una eliminación de los servicios sociales como a una reconversión de los mismos, con una reasignación de funciones, que supone, de hecho, un mayor peso específico de la intervención social en su seno.

¿Cuáles son las nuevas funciones a las que nos referimos?

Por un lado, la detección y contención de aquellos “puntos de inestabilidad” en lo social que podrían desembocar en fenómenos disruptivos y potencialmente peligrosos para el buen funcionamiento (competitivo, productivo) de la población. Al igual que cierto enfoque médico de las epidemias considera que no se trata tanto de curar a todos los enfermos, como de acotar la enfermedad, para que no se contagie, separando a los enfermos incurables, determinando diferentes franjas de riesgo y estableciendo medidas preventivas y tratamientos específicos para cada franja, etc., en la intervención social neoliberal no se trata tanto de eliminar por completo estos puntos de inestabilidad, como de identificarlos a tiempo y mantenerlos a raya. En otras palabras, no se trata tanto de resolver el problema, como de localizarlo, acotarlo, evitar su proliferación y mantenerlo dentro de determinados límites de “tolerabilidad”.

La segunda función que asumen, de manera prioritaria, los servicios sociales de corte neoliberal es la de sujeción de aquellos estratos sociales que, al vivir en condiciones más duras, pueden resultar más disruptivos: por un lado, individualizando, es decir, cortando aquello que cada situación particular tiene de común con otras situaciones; por otro lado, culpabilizando, es decir, haciendo a cada cual responsable de manera individual de su propia situación. Progresivamente, las diferentes prestaciones económicas y dotaciones sociales que en un tiempo fueron consideradas derechos sociales se van convirtiendo en “ayudas” que se dan como inversión en una persona determinada. Como cada cual es responsable, individualmente, de la situación en la que está, salir de una situación difícil depende del propio esfuerzo. Al recibir una “ayuda” se contrae pues una deuda, que habrá que devolver demostrando, con el “buen comportamiento”, que uno es merecedor de tal “ayuda”, porque se está esforzando para mejorar su propia situación.

Tomemos un ejemplo al azar. Laura lleva cerca de tres meses acudiendo todas las semanas al centro de Cáritas de su barrio para tramitar una “Hoja de Caridad”. Cada vez que regresa al centro (bien para entregar documentación necesaria o bien para informarse del estado del trámite) debe responder a un completo interrogatorio por parte de los trabajadores del recurso sobre la escolarización de sus hijos o la mejora de su higiene personal y demostrar sus esfuerzos para la obtención de una vivienda (algo bastante absurdo puesto que Laura no percibe ningún tipo de ingreso o prestación). Resulta cuando menos paradigmático, sobre todo si se tiene en cuenta que su precaria situación le hace cumplir todos los requisitos para la concesión de dicha ayuda, indistintamente de si sus hijos se encuentran o no escolarizados, con mayor o menor higiene y de si ha sido capaz de operar el milagro de encontrar una vivienda sin ingresos.